Reseña | Mythic Quest tiene que ser una de las mejores series del momento que muchos ni siquiera tienen en el radar. No es solo una comedia de oficina, es una serie sobre lo difícil que es ser un buen creativo.
Durante la mayoría de sus episodios, es una comedia muy divertida en el lugar de trabajo con un gran elenco y mucho corazón. Pero de vez en cuando, se convierte en un drama sobre la creatividad.
Y el mejor ejemplo de esto en la temporada lo apreciamos mediante dos historias: El conflicto entre Ian y Poppy y los 2 episodios dedicados a C.W. Longbottom; uno de ellos, siendo un episodio que parece aislado del resto estilo ‘A Dark Quiet Death’.
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Y es que los personajes secundarios tienen mayor protagonismo en esta temporada, desde las testers hasta Brad. Pero como ya lo mencioné, es C.W. quien tiene su momento para brillar en un par de episodios sobre la dificultad de crear arte que genere un impacto en la gente.
Y por otro lado, el conflicto entre Ian y Poppy. Ahora ambos son co-creadores y cuando el ego está de por medio, es aun más difícil crear algo especial. Me gusta mucho como el drama es muy real y emotivo.
Mythic Quest ha madurado; en su segunda temporada ha podido desarrollar más a cada personaje, convertir a Poppy en un socio insustituible, darle una historia a C.W, humanizar a Ian y todo, sin dejar de lado el humor.
Fue una de mis series favoritas del 2020 y en el 2021 ha mejorado. Es chistosa, tiene drama, toca ideas profundas, es muy emotiva y bastante inteligente. Para mí, Mythic quest es de lo más subvalorado que hay.
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Escribo sobre lo que amo, el cine y la televisión. Recomiendo qué ver para que tu no pierdas tiempo ojeando posters en la tele. Con los Ojos Cuadrados desde pequeño.
