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‘BlacKkKlansman’ y la agenda anti Trump

La descripción de ‘BlacKkKlansman’ (Dir. Spike Lee) cuenta de un detective afroamericano llamado Ron Stallworth quien se infiltra en el Ku Klux Klan y logra ascender sus filas. Una premisa bastante loca, tan loca que resulta estar inspirada en una historia real.

Pero lo primero que quisiera decir es que eso no es tal cual uno se lo imagina, de hecho la publicidad incluso mostraba a Stallworth debajo de las tradicionales batas del Klan pero eso nunca ocurre. La película si cuenta como Stallworth logra contactar al Klan y logra hablar hasta con David Duke (Topher Grace), uno de sus líderes, pero solo llega a ser la voz. La cara que de verdad sí se infiltra es de su compañero en la policía, Flip Zimmerman (Adam Driver), un judío quienes son odiados por los del Klan igual o peor que a los afroamericanos.

La primera media hora 

Cuando la película empieza, vemos al titular, Ron Stallworth (John David Washington hijo de un tal Denzel Washington), ingresando a una estación de policía en Colorado Springs. Estamos en los 70’s y de una vez, conociendo a Spike Lee ya uno sabe que nos van a hablar de racismo. Stallworth será el primer afroamericano en la policía en Colorado Springs, de hecho hacen una comparación con Jackie Robinson, primer jugador de color en las Grandes Ligas de Baseball. 

Rápidamente, nos damos cuenta que por ahí no va la cosa, el tema central es la infiltración en el Klan y hacerlos quedar en ridículo. Algo que seguro se prestará para situaciones cómicas. De hecho cuando conocemos a los miembros del KKK en Colorado Springs, nos damos cuenta de las caricaturas que son, chistes tontos, comentarios estúpidos y sencillamente, personas que nadie tomaría en serio, solo sirven para mostrar el racismo absurdo y fanatismo del grupo.

¿Los setentas o el 2018?

Siento que la película tiene una trama interesante, y mucho potencial cómico, pero decide meterse tanto en política y tener una agenda anti Trump que se desvía un poco de la idea original. La idea de mostrar como el racismo no se ha ido y de donde vienen ciertos personajes que hoy en día tienen una agenda racista no terminó de conectar conmigo. En un momento unos personajes hablan de ‘Greatness again’ por no decir literalmente Make America Great Again, y luego mientras los miembros del KKK ven ‘Birth of a Nation’, gritan de emoción cada vez que torturan a los afroamericanos como si estuvieran viendo un evento deportivo, y empiezan a corear, ‘America First’.  

Es en esos momentos en que uno siente que toda la película es anacrónica, que los setentas solo se usan por ser la época en que Stallworth logró el contacto con David Duke pero que todo es una excusa para criticar a Trump. De hecho hay una escena en que a Stallworth le dice un compañero que algún día, alguien esconderá su racismo bajo políticas y logrará llegar al poder… a lo que Ron responde que eso es absurdo.

La última media hora

Me hubiera gustado ver mas sobre el rechazo que sufrió Ron en la policía al ser el primer negro en la fuerza, incluso ese rechazo que apenas logran insinuar de su misma gente, cuando su amor, Patrice (Laura Harrier) le dice que trabaja con el ‘enemigo’ por ser policía. Pero al parecer en los 70’s todos los policías eran buena gente (menos uno). 

Siento que es difícil lograr ver a los racistas por lo que son y generar un repudio generalizado ya que al director en mi opinión se le va la mano y lo que hace es generar risas a costa de la estupidez de unas caricaturas. Lo importante a la final no es la infiltración en el Klan, ni el racismo sufrido por Stallworth, ni siquiera como han sido representados en el cine los afroamericanos (tema que tocan por encima) sino la política y la actualidad, y es ahí donde creo se enreda la película y no logra pegarle al blanco.